Madagascar: en medio del cambio climático y la inseguridad alimentaria

Gema Alicia Diaz Resendiz
Imagen: TSIORY ANDRIANTSOARANA (WFP)

Madagascar, la mayor isla de África, enfrenta los efectos del cambio climático con una devastadora sequía que, junto con otros fenómenos medioambientales, condena a más de un millón de personas a niveles de inseguridad alimentaria aguda. Aunado a los problemas derivados de la endeble gobernanza del país y los estragos de la pandemia de COVID-19, este territorio se ha convertido en la zona cero de lo que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) denomina como “la primera hambruna oficialmente producida por el cambio climático.”

Cerca de 1.5 millones de malgaches hacen frente a la grave carestía de alimentos. Todas y todos se encuentran dentro de las fases 3, 4 y 5 de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF, 2022), que corresponden a los niveles más severos de desnutrición. Las consecuencias del cambio climático son cada vez más fuertes, pues al no tener una temporada de lluvias consistente se impide el proceso normal de cultivo. Además, el periodo habitual de escasez que sucede entre la plantación y la cosecha se ha adelantado este año, condenando a las personas al hambre o, en casos más desafortunados, a la muerte por inanición.

La variabilidad climática es un proceso natural del planeta. Madagascar tiene una temporada seca que va de mayo a octubre y una estación lluviosa que inicia en noviembre. Sin embargo, la magnitud de las alteraciones que devienen del cambio climático superan la capacidad humana de adaptabilidad. Aunque históricamente la agricultura ha consistido en un proceso de adecuación a las variaciones del clima, la aceleración con que se ha suscitado el cambio en la temperatura global impide el ciclo normal de los cultivos, convirtiéndose en una amenaza a la seguridad, entre otras cosas, por su impacto en la obtención de alimentos.

Dentro de la crisis alimentaria mundial, el caso de Madagascar es particular. A diferencia de otras hambrunas que son producto de conflictos políticos, como es el caso de Yemen y Sudán del Sur, la crisis de la isla es en gran medida el resultado de un conjunto de factores climáticos. En primer lugar, la región en la que se encuentra este país presenta un aumento de temperaturas que es del doble de la media mundial, obligando a los malgaches a sobrellevar un clima que alcanza los 45º grados la mayor parte del año.

Estas condiciones han alterado el régimen de lluvias (en los últimos años han estado por debajo de la media), provocando sequías y dejando una grave reducción en la producción de alimentos como el arroz y la yuca, fundamentales en la alimentación malgache, puesto que están en manos de agricultores de subsistencia que dependen de las precipitaciones. El ganado también se ha visto afectado, ahora encontramos una reducción en su tamaño y en el número de ejemplares. Los habitantes de esta zona dan cuenta de que esta es la sequía más intensa que ha vivido Madagascar en 40 años a la que han llamado en una lengua local kéré, que se traduce como “estar hambriento.”

El fenómeno que localmente se conoce como tiomena (de tio, viento, y mena, rojo en malgache) se ha intensificado en el Gran sur de Madagascar por sus suelos polvorientos, la escasez de lluvias y la carestía de vegetación. Estas tormentas de arena se han unido a la erosión del suelo y a la deforestación de los últimos treinta años, trayendo consigo una densa capa de polvo que cubre las tierras de cultivo e impide su uso. Expertos aseguran que el cambio climático está detrás del “viento rojo”, porque conforme aumentan las temperaturas los suelos se vuelven más secos y, por lo tanto, más arena es arrastrada por el viento (Hernández, 2022).

Las alteraciones climáticas acaban con vidas, cultivos y medios de subsistencia, dejando en situación de inseguridad alimentaria a miles de malgaches por falta de alimentos y/o de recursos para obtenerlos. El 95% de las personas que se encuentran en estas circunstancias dependen de la agricultura, la ganadería y la pesca (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura [FAO], 2021). Esto les ha llevado a buscar alternativas para su supervivencia. Aquellas y aquellos que ya no pueden permanecer en sus comunidades se desplazan hacia el norte en busca de lugares más apacibles, por lo que el número de migrantes climáticos dentro de la isla va en aumento.

Quienes se quedan buscan opciones para sobrevivir. En las zonas en las que aún se puede sembrar algo cultivan tubérculos, como el camote. Pero en otras áreas más desfavorecidas sólo se alimentan de insectos, como las langostas, o del fruto de los cactus. Desafortunadamente, incluso estas plantas han sufrido los estragos de la sequía y se han marchitado, siendo la muestra de la extrema situación del sur de Madagascar. Otras y otros se alimentan con “tierra de supervivencia”, una mezcla de arcilla blanca con tamarindo para mitigar el hambre. El gobierno de Madagascar ha buscado distribuir alimentos a través de sus cuerpos militares, sin embargo, estas medidas aún no han encontrado mucho éxito.

Los efectos del cambio climático en la inseguridad alimentaria de este país se han visto agudizados por un factor crucial: los dahalo. El acechamiento de este grupo de bandidos ha incrementado la inseguridad y escasez en la zona. Estas bandas roban principalmente ganado, pero también saquean los pocos cultivos existentes y se llevan la ayuda alimentaria internacional al igual que los utensilios de cocina. Por años han aprovechado la ausencia de la seguridad estatal en el sur, así como la complicidad de oficiales locales corruptos.

Madagascar es uno de los países que, como lo señala Amnistía Internacional (2021), “se encuentra en la primera línea de la crisis climática”. Es sumamente injusto que mientras este Estado sólo ha contribuido con el 0.01% de las emisiones globales de carbono, sea uno de los más afectados por el cambio climático. La inseguridad alimentaria en la que está sumergida la población de la parte meridional de la isla sólo es una muestra de que las consecuencias más graves de la degradación ecosistémica recaen sobre las personas más vulneradas del mundo.

La hambruna que ocurre en Madagascar es la primera en su tipo, pero no la última. Los actores causantes de las mayores emisiones de CO2 deben asumir su responsabilidad climática y comprometerse, entre otras cosas, a eliminar progresivamente el uso de los combustibles fósiles. Hay personas que están perdiendo su derecho a la alimentación, al agua, a la salud y a la vida. No podemos seguir permitiendo que las poblaciones más marginadas de la sociedad sufran las consecuencias de los agentes más contaminantes.


Referencias

Amnistía Internacional (2021). It will be too late to help us once we are dead, https://www.amnesty.org/es/documents/afr35/4809/2021/en/

Amnistía Internacional (27 de octubre de 2021). Madagascar: Los dirigentes mundiales deben actuar con urgencia para salvar vidas y proteger derechos amenazados por la crisis climática. https://www.amnesty.org/es/latest/news/2021/10/madagascar-global-leaders-must-act-urgen tly-to-save-lives/

Clasificación      Integrada      de      la      Seguridad      Alimentaria.      (s.f).      Madagascar. https://www.ipcinfo.org/ipcinfo-website/where-what/southern-africa/madagascar/en/

Farhana S. (18 de marzo de 2022). The unbearable heaviness of climate coloniality. Elsevier. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S096262982200052X

Hernández B. (07 de enero de 2022). El sur de Madagascar se convierte en la zona cero de la     hambruna  por    el      cambio       climático.               El                         País. https://elpais.com/planeta-futuro/2022-01-07/el-sur-de-madagascar-se-convierte-en-la-zona- cero-de-la-hambruna-por-el-cambio-climatico.html

Organización de las Naciones Unidas (2 de noviembre de 2021). La primera hambruna del cambio climático se desata en Madagascar. https://news.un.org/es/story/2021/11/1499412

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. (s.f). Hambre e inseguridad       alimentaria. https://www.fao.org/hunger/es/#:~:text=Una%20persona%20padece%20inseguridad%20ali mentaria,falta%20de%20recursos%20para%20obtenerlos

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